Las Leyes de Mendel
Las Leyes de Mendel:
También conocidas como la genética mendeliana, son el conjunto de reglas básicas sobre la herencia genética, es decir, cómo se transmiten las distintas posibilidades (alelos) que existen para una posición concreta (locus) de un gen postuladas por un monje agustino austriaco llamado Gregor Mendel.
Y son las siguientes:
Principios de la uniformidad.
Si se cruzan dos líneas puras, los descendientes de la primera generación serán iguales entre sí, tanto a nivel fenotípico (apariencia) como a nivel genotípico (alelos). El fenotipo será determinado por alelo dominante.
Por ejemplo:
Si se cruzan plantas de razas puras, unas de flores naranjas con el genotipo dominante (A) y otra de flores amarillas con el genotipo recesivo (a), se tendrá como resultado que la primera generación filial será igual, es decir (Aa), ya que va a sobresalir el genotipo dominante (flor naranja).
• Segunda Ley de Mendel
Principio de la segregación.
Defiende que los alelos del mismo locus se separan, dando lugar, a dos clases de gametos en igual proporción, mitad de los gametos con el alelo dominante y mitad con el alelo recesivo. Esto se obtuvo de autofecundar, la F1 y obtener la F2.
Por ejemplo:
Si se cruzan las flores de la primera generación filial (Aa), que contienen cada una un genotipo dominante (A, color naranja) y uno recesivo (a, color amarillo), el genotipo recesivo tendrá la posibilidad de aparecer en la proporción 1 de 4.
• Tercera Ley de Mendel
Principio de la transmisión independiente.
Consiste en establecer que hay rasgos que se pueden heredar de manera independiente. Pero, esto solo ocurre en los genes que se encuentran en cromosomas diferentes y que no intervienen entre sí, o en genes que están en regiones muy distantes del cromosoma.
Mendel obtuvo esta información al cruzar guisantes que tenían características, es decir, color y rugosidad, en cromosomas diferentes. Fue así que observó que existen caracteres que se pueden heredar de manera independiente.
En esta Ley, para que un alelo sea dominante debe tener al menos una A mayúscula y una B mayúscula (AaBb o también nos serviría AABB); y para que un alelo sea recesivo debe tener al menos dos aa minúsculas (aaBb o también nos serviría aabb).
Por ejemplo:
El cruce de flores con características AABB y aabb, cada letra representa una característica, y el que sean mayúsculas o minúsculas exponen su dominancia.
El primer carácter representa el color de las flores A (naranja) y a (amarillo). El segundo carácter representa la superficie lisa o rugosa de los tallos de las flores B (liso) y b (rugoso).